En España uno de los máximos representantes de la escultura surrealista es el canario Óscar Domínguez; en su obra, que adoptó la figura femenina como tema principal, se puede apreciar la influencia de otra de las grandes figuras de este movimiento, Salvador Dalí. En 1938, este artista catalán sembró el desconcierto entre el público asistente a la inauguración de la Exposición Internacional del Surrealismo en París con su Taxi lluvioso. Se trataba de un viejo automóvil en cuyo interior había situado dos maniquíes: uno de ellos era un chófer con cabeza de cocodrilo y el otro, situado en la parte posterior, era una mujer rubia en traje de noche sentada sobre un lecho de verduras sobre la que caía constantemente un copioso aguacero. A todo esto se añadían numerosas plantas y 200 caracoles vivos. También son de inspiración surrealista las formas fantásticas de las esculturas del madrileño Alberto Sánchez.
Taxi lluvioso - Salvador Dalí
En el siguiente video os montramos la escultura surrealista, en una exposición a cielo abierto en Mexico. Obra realizada en bronce
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